Entradas

Equilibristas del sexo

Imagen
   Este juego no es para cualquiera. Nadie te obligó a relacionarte con una Dómina. Tampoco perseguimos a los hombres por la calle para someterlos. No vale decir después, lloriqueando por los foros de Internet o por Facebook   Yo no sabía - Yo tengo otros códigos  -   Siento que no me respetaron . Te gustó acercarte a la  mantis religiosa  cuando tenías muchas otras opciones. Ahora, si ya fuiste devorado y te arrepentís,  es tarde para quejas.    Me gusta definir a mis actos como el goce de un despotismo cruel teatralizado. Góticamente sobreactuado. Puedo vivirlo y salir ilesa para volver a mi vida de familia sólo si mantengo un sano equilibrio moral y de conciencia.   Lo que yo hago en mis sesiones y que me provoca tanto placer requiere también que del otro lado haya personas de alta autoestima y valor personal capaces de entender el juego psicológico de humillaciones, sumisión y servidumbre sexual al que van a ser arrastrados.    Una frase muy española reza que par

Simbología y rituales en el sissismo

Imagen
El morbo de la sexualidad Femdom está lleno de simbolismos y rituales que parodian la masculinidad. Como las dominantes somos sádicas y nos gusta divertirnos con los hombres, ritualizar en forma humillante las conductas masculinas suele ser uno de nuestros deportes favoritos.     Históricamente, el hombre ha sido definido por las  acciones  que se esperan de él. El hombre avanza sobre la mujer, el hombre la penetra, el hombre la cuida como su propiedad privada frente a otros hombres. También el hombre rechaza tajantemente la homosexualidad y se burla de los que no son tan hombres como él. Las conversaciones masculinas llenas de burlas y chistes misóginos y homófobos contribuyen a la creación de una  identidad masculina. El hombre es el que debe llevar los pantalones.    Las mujeres sádicas jugamos con esa identidad y nos divertimos parodiándola y deformándola mediante diversas acciones de humillación. Al hombre sometido se le impide la penetración, se lo somete a l

Cuando sobra sumision

Imagen
   En la primera década de este siglo, el templo del BDSM nacional era  La Casona del Sado,  ubicada en la calle Yatay en el barrio porteño de Almagro. Fue allí, en una de las tantas noches de sábado de sado y diversión, donde junto a mi esclavo marido conocimos a una interesante pareja del ambiente. Ella era dominante,  una morocha del norte argentino, de una belleza exótica que parecía romper el aire a su paso e iba acompañada por su esclavo, que solía presentarse con un atuendo monástico, como de un franciscano, lo que aumentaba su aspecto de sufriente asceta.        No voy a negar que el BDSM no es para mí ni una filosofía ni un camino de aprendizaje sino un territorio más en la búsqueda de goces sensoriales y la piel de aquella mujer y sus ojos negros parecían prometerme un Olimpo de placeres.  Intenté acercarme a ella de diversas formas pero la hermosa, sutilmente, rehuía mis avances. No me rechazaba pero tampoco se me acercaba demasiado. Una noche de las tantas en q

Visibilizarme? No, gracias

Imagen
    Una regla de oro, una de esas sentencias imperecederas que resisten el paso de los años, nos dice que cuando una mujer entra al baño, debe cerrar la puerta. Se sabe a qué entró y se sabe lo que pasa adentro, pero no hay porqué exhibirlo.    Internet nos pone en contacto con muchas personas de todos los sexos. Entre ellos, están los revolucionarios de la sociedad informática que dicen luchar para que su sexualidad, sus gustos y sus preferencias, sean visibles para la sociedad urbana en la que viven y exigen adhesiones a su causa como condición para no ser tachada de falsa o careta - Porqué utilizas un nick? Tienes miedo a no ser aceptada? - No. Lo que ocurre es que mi familia y mis amistades no tienen porqué saber de mis gustos sexuales.    Mario Vargas Llosa sentenció que para disfrutar a Sade era indispensable  la nerviosa clandestinidad.  La intimidad sádica debe ser secreta, el motor de la sexualidad es el morbo clandestino y transgresor. Mi morbo es

Poledance

Imagen
 En  la Argentina  es  el baile del caño.  En el mundo, el  poledance.  Símbolo moderno del  striptease  y condenado por inmoral y machista, el baile del caño ha ido ganando respetabilidad desde que comenzó a ser considerado una disciplina deportiva como la gimnasia artística. El número de torneos de atletismo y  fitness  que incluyen al poledance como parte de sus competencias va en aumento. La gente común y prejuiciosa no ha tenido más remedio que empezar a aceptarlo. Por supuesto, siempre y cuando la bailarina aclare que lo practica como forma de ejercicio físico y no como baile sensual.     Es muy positivo que el baile del poledance haya roto las barreras que lo ataban al ambiente del cabaret y también que muchas mujeres que no tienen el físico y la belleza de una  stripper  (mujeres maduras, madres, trabajadoras o estudiantes) se atrevan a experimentar a través de una danza el reconocimiento de la sensualidad inherente al cuerpo femenino , una sensualidad que ha sido histór

Lobos, Caperucitas y un largo tapado blanco

Imagen
   Mi intención siempre fue cazar. Mejor dicho  cazarlo  y sentir ferozmente que está rendido ante mi seducción. Las mujeres sabemos cuando queremos cazarlo pero solemos tomar una decisión que implica el camino largo, el de la Caperucita previsora, lleno de vueltas, histeriqueadas y desvirtualidades del objetivo. Algunas pocas elegimos  el camino corto que nos lleva derecho a lo que queremos.    El camino corto, en mi caso, tenía que ver con un tapado blanco. Blanco y largo, casi hasta los tobillos.   El camino corto es el que me lleva hasta el lobo feroz. Nunca quise evitarlo ni esconderme. Encontrarme en el bosque cara a cara, o mejor dicho, escote o cruce de piernas a cara boquiabierta; esa es mi misión. Me gusta provocar al planeta supuestamente encarador y me aburre llegar al hogar de buena ley, con los pastelitos ilesos sin haber al menos teteado un ratito con el lascivo lobo y ver que tal tiene los dientes.    Era una mañana de viernes hace algunos