La sumisa mística




   Soy de la idea que desde el punto de vista exclusivamente femenino, la dominación y la sumisión no escapan a una regla general: hay mujeres que se dedican a gozarlo y hay mujeres que se dedican a sufrirlo. Así como durante mi adolescencia, algunas bailábamos felices en las discos ochentosas mientras otras preferían quedarse sentadas, así como algunas buscamos dominar todo un repertorio de sexo buscando el Gran Orgasmo y no nos detenemos hasta lograrlo mientras otras se conforman con uno por semana y con la luz apagada, también estamos las que nos dedicamos a gozar de la dominación o la sumisión y por otro lado están ellas, las sumisas místicas, criaturas sufrientes, especiales, las joyas que esperan algún día ser descubiertas por alguien que sepa valorar su famosa entrega.


   No descubro nada si digo que el altruismo y el sufrimiento femenino están sobrevalorados en todos los ámbitos, incluidos los sexuales. Esta clase de sumisas se presentan como seres sufrientes y frágiles, necesitadas de protección. Casi siempre arrastran alguna historia de amor y desengaño en la cual se entregaron en cuerpo y alma a algún dominante que no supo apreciar el tesoro que tenía a su lado. Les gusta llenar los foros y las páginas de Internet con expresiones grandielocuentes propias de una secta cuasirreligiosa: son ellas las que nos cuentan una vida de entrega pasional, de amores románticos, de sacrificios; nos hablan del áspero sendero, del camino de espinas que recorren de la mano de su endiosado Señor con el cual se relacionan mediante una dependencia emocional absoluta. Sin El a su lado, serían apenas un alma vacía.


   Una mirada superficial puede llevarte a creer que este tipo de sumisión femenina es una de las más sublimes condiciones humanas, plena de pasiones y romanticismo en oposición a lo que una mujer como yo plantea como modelo de dominación - sumisión. A mí me gusta sentirme sexy, atraer a los hombres y mujeres que me interesan y jugar sádicamente teniendo como único fin la obtención de placeres sensoriales. Porque es eso lo que básicamente hago y para eso nos metimos con mi marido dominado en el mundo del BDSM, para disfrutar de una vida sexual de pareja más rica y sensual y de paso, vivir experiencias, conocer personas y conocer mundo. No tenemos carencias ni necesidades afectivas; el sado es simplemente la mejor forma que hemos encontrado para gozar lo mejor del sexo, el amor y la vida.


   Pero para estas chicas (y aclaremos que algunas ya de chicas no tienen nada, por más que la jueguen de eternas adolescentes ingenuas), una vida sexual como la mía no es más que una colección de banalidades. Ellas viven jugándose enteras porque su entrega las deja en carne viva, sesionar las deposita en el Nirvana del éxtasis y el collar con que su Amo las adorna es la razón de ser de su existir pues nada existe para ellas que no esté marcado a fuego por su rol sumiso. Si te animás a proponer que como Ama bisexual te gustan las sumisas porque deseas vivir el regocijo sensual de la dominación lésbica sin ir más lejos que el goce por el goce mismo, te señalan con el desprecio de saberse parte de aquellas para las cuales el BDSM y la sumisión son un estilo de vida y no un mero juego sexual.


   Cuando hablo de misticismo, me refiero casi exclusivamente a mujeres porque no he leido o escuchado a hombres sumisos promoviendo este tipo de relación posesiva, enferma y neurótica. Pero como ellas son las que van al extremo, suelen llevarse las palmas en los foros porque mientras las demás mujeres promovemos sexo con condimentos o nos divertimos siendo muñecas vestidas de cuero y tacos altos, ellas son las auténticas que ponen en juego su vida y su alma y siempre encuentran quienes las secunden proponiendo la entrega absoluta como un ideal. El BDSM no es muy diferente a un partido político: los moderados siempre van a ser criticados por aquellos que parecen dispuestos a inmolarse por la causa.


   Demás está decir que cuando el hechizo se rompe porque el amo se cansó de ser un servidor de sus delirios masocas o por que apareció una sumisa más linda o simplemente porque la relación no prosperó y él legítimamente decide cortarla para buscar otra cosa que lo satisfaga, ocurre  que la firme mano que me permitió llegar a los templos más oscuros y recónditos de mi sexualidad a los que yo sola jamás me hubiera atrevido a alcanzar se transforma en el abusador que me manipuló psicológicamente para ir más lejos de mís límites. Y así es como sin términos medios, el hasta ayer endiosado Señor termina siendo la encarnación sobre la tierra del mismísimo Satanás. A veces pienso pobres tipos, lo que tienen que soportar pero en muchos casos creo que ellos también reciben lo que se merecen.


   Creo que ha llegado la hora de empezar a desenmascarar a tanta fabulera para decirles en la cara que su famosa entrega total en cuerpo y alma  no es otra cosa que el reflejo de su absoluta carencia de atractivos o de  su necesidad de llamar la atención o de su falta de responsabilidad sobre su propia sexualidad que las ha llevado a abandonarse en manos de otro. O de una combinación de las tres cosas. Que como ellas mismas se han anulado como sujetos activos de su propio destino y no están dispuestas a asumir el desafío de vivir una sexualidad adulta, no encuentran otra cosa mejor para hacerse valer que inventarse una pseudovirginidad adolescente para vivir la experiencia de la entrega solamente con el hombre que haya demostrado ser digno de semejante tesoro incalculable. Andar hoy por la vida a los treinta, cuarenta o hasta cincuenta años lloriqueando porque un amo (o sea un hombre igual a tantos otros) te deja o te rechaza o no valora debidamente  tu famosa entrega sumisa, visto desde afuera, es realmente lastimoso.  

  

   De todas las formas posibles en las que una mujer puede elegir como vivir su sexualidad, ningún hombre que valga la pena se va a sentir atraído por una mujer que sólo genera lástima. Los amos y los sumisos son hombres. Vos decidís.



Comentarios

  1. Este blog reproduce algunas columnas ya posteadas en Sado Sensual y Femenino
    sadobyroxy@blogspot.com.

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  2. Una de las mas brillantes columnas sobre el tema que he leido.No deberia quedar solo en un blog
    Atentamente
    Comm

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